Regalos de Navidad

En Navidad siempre reflexionamos acerca de muchas cosas, los regalos que debemos hacerles a nuestrxs peques es una de esas reflexiones. 

El otro día me preguntaron qué es lo que yo creía más importante a la hora de hacer un regalo o comprar un juguete a un/a peque.

Esta reflexión es válida tanto para Navidad, como para cumpleaños o como para los regalos «porquesí».  Y no es que yo te vaya a decir qué hacer o qué no hacer o darte una regla de oro o algo similar. Simplemente voy a compartir contigo las conclusiones a las que he llegado estas navidades y que voy a aplicar en casa.

Sobre el número de regalos no voy apenas a hablar, porque creo que ya es sabido y hay un montón de artículos circulando por internet que explican perfectamente las consecuencias de lxs niñxs hiperregalados. También es bastante visible y notable. Y muy complicado esquivar todos los regalos que quiere hacerle la familia y depende si te apetece entrar en esa lucha o no. Pero independiente al número de regalos que les hagan, creo que hay que promover el agradecimiento, el aprecio y la consciencia de qué significa que alguien te regale algo. Un regalo no debería ser un acto desinteresado que nace de alguien que piensa en ti y es bonito que sepan lo hermoso que es eso.

Si en vuestra casa os visita Papá Noel o los Reyes Magos, imagino que le escribiréis una carta para pedirle lo que os gustaría para estas navidades. A mí me encanta la idea de pasadas las fiestas escribirle otra cartita para agradecerle los regalos que nos han dejado. Siempre me pareció muy frío escribirle para pedir cosas pero que luego ni se lo agradezcamos. Es algo que siempre tuve claro incluso antes de tener hija y de saber si iba a visitarnos Papá Noel o no. Me gustaría escribir la carta del después. Si no os visitan estos personajes igualmente se podrían escribir cartas de agradecimientos a la familia. ¡Sería muy bonito! Al igual que las postales de Navidad, ¡qué tradición más bonita! Me gustaría también recuperar eso.

Bien, vayamos con las características de los regalos que yo creo más importante para no volvernos loquitxs estas navidades.

Si tuviera que resumirlas en dos serían las siguientes.

  1. Cuántas menos cosas haga el juguete, mejor. Es decir, juguetes lo más desestructurados posibles para que el juego sea activo y no pasivo. Si le regaláis una muñeca que habla, hace pis, estornuda y ríe, poco tendrá esx peque que imaginar, así que le estaremos haciendo un flaco favor.
    Sé que es muy difícil porque siempre nos vienen pensamientos tipo: «pobriñx, le gusta mucho ese camión de bomberos con luces y sonidos… ¿cómo no se lo voy a regalar?» Pero deberemos sopesar que es mejor y más creativo para ellxs en detrimento del placer rápido que les proporcionará (e igual de rápido se aburrirán de esos juguetes porque ellxs poco podrán hacer), y buscar una opción que le guste pero que sea algo más abierta en posibilidades.
  2. Qué les apasione. Pensemos que les mueve, no lo que nos gusta a nosotrxs o nos gustaría que les gustara. A veces, aunque trabajemos mucho en ello y no quisiéramos, tenemos expectativas de cómo nos gustaría que fuera nuestrx hijx, o qué pasiones le moverían y tratamos de encaminarle hacia ellas. ¿Cuántas madres y padres quisieran que a sus hijxs no les gustara el fútbol y se ven envueltos de lleno en esa pasión? Mientras hayan sido escogidas por ellxs y no impuestas por terceras personas deberíamos estar muy orgullosxs. Así que pensemos realmente qué les gusta, qué les haría felices y proporcionémoselo (teniendo en cuenta el punto 1).

Además de estas características también sería genial que uno de esos regalos fuera algo no material. Asumirían el concepto de que un regalo no tiene porque ser un objeto y sí tiempo de calidad en familia, una actividad inusual pero emocionante… Mi peque este año pidió dos cosas, y lo cierto es que me encantó su pequeña lista.  Una de ellas fue un libro, y la otra ir a la nieve! Yo cuando escuché eso me puse muy contenta y estoy tan ilusionada como ella. Será un día esperado con ilusión. Y respecto a la lista, sería genial poder cumplir con ella si piden poquitas cosas como es este caso, pero sé que será imposible porque abuelos, tíos, yayos, madrina, padrino… querrán hacerle un cariño (y habrá que ser agredecidxs, sí, nosotrxs también por eso del ejemplo 😉 ). 

Respecto al punto 2, quería contaros la siguiente situación. Hace un par de meses fui con mi peque a comprarle un par de pantalones. Ella se entretuvo entre los bolsos, había muchos tipos diferentes. Estilo Boheme, estilo rockero, elegante… Pues bien, a ella le encantó y enamoró uno que para nada era lo que yo me hubiera imaginado o hubiera deseado. Escogió el más rosa de todos, con lentejuelas y en forma de corazón. Imagínate mi cara. Un poema.  Pues bien, traté de convencerla para no llevarlo, porque no podíamos en ese momento ya que habíamos ido a por pantalones, pero le dije que si de verdad le gustaba lo podíamos pedir por Navidad. Se convenció y nos fuimos. Me costó muchísimo, pero mi gesto de aceptación hacia mi hija estas navidades fue comprarle el bolso. A ella le gusta, y sé que realmente nace de ella ya que en casa jamás la criamos en el rosa ni en ese estilo por lo que está en mí aceptarlo. 

Y hasta aquí mi pequeña aportación por si os pudiera servir acerca de los regalitos navideños (aplicables en cualquier otra situación).

¿Y tú? ¿Cómo planteas los regalos de Navidad? 

 

 

 

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