La necesidad de envoltura en los niños

Durante el primer septenio se crean las bases de los futuros comportamientos de los niños, hoy te explico su importancia.

La Pedagogía Waldorf tiene en cuenta las necesidades de los niños en función de su desarrollo en base a la biografía humana, es decir, al estudio del ser humano en base a septenios. Los septenios son períodos de tiempo en la vida de una persona que transcurren de 7 en 7 años. De 0 a 7 años sería el primer septenio, de 7 a 14 el segundo, del 14 al 21 el tercero, etc…

El primer septenio, y sobre todo los tres primeros años, son la base de muchos comportamientos futuros en el niño, así como de sus carencias, necesidades y también confianza en el mundo y en sí mismo.

Un niño en este período necesita saber que el mundo es bueno. De este modo tendrá esa confianza tan necesaria en la vida. Este concepto del mundo es bueno será transmitido por su familia, y más adelante por sus maestros. Por esta razón, el ambiente en el que se desenvuelva el niño es muy importante.

Existen algunos sentidos basales que, más tarde, darán sus frutos  y le permitirán relacionarse con los otros de forma sana y equilibrada.

Estos sentidos son:

  • El sentido vital.
  • Sentido del movimiento
  • Sentido del tacto
  • Y sentido del equilibrio

Para desarrollar estos sentidos correctamente el niño necesita:

  • Momentos de calma y momentos de actividad
  • Un buena higiene de sueño
  • Ser cuidado con calma y cariño
  • Ritmos diarios
  • Juego libre
  • Actividad física
  • Contacto con lo natural
  • Presencia consciente del adulto que acompaña

 

Sin embargo, hoy en día cada vez nos encontramos más con niños dispersos, perdidos, con falta de concentración, niños que necesitan equilibrio, contención, una envoltura amorosa que les aporte información de dónde está su cuerpo y hasta dónde llega.

Estos niños necesitan tocar constantemente, sentirse seguro en todo momento, o, puede que eviten ser tocados a no ser por personas de alta confianza para ellos. Quieren sentir dónde están sus límites corporales a través del tocar, incluso el pegar,  o sienten como si su piel fuera tan sensible que duela al ser tocada y por eso evitan el contacto físico.

Tanto a los niños con hiposensibillidad táctil (el primer tipo), como los que tienen hipersensibilidad (el segundo) se les puede ayudar a través de estímulos adecuados en cada caso y mediante un acompañamiento respetuoso y amoroso.

En el taller de este viernes que impartiremos la arteterapeuta Donatienne Theytaz y yo trabajaremos este tema tan importante. Ella acompañará a los adultos y yo a los niños a través de juegos de dedos, de movimiento y también empleando técnicas arteterapéuticas que les aporten experiencias táctiles de calidad a través de materiales naturales.

 

La imagen del cartel es obra de Donatienne Theytaz

Para inscribiros o para más información podéis contactar con:

Donatienne: 680. 575 838 – saludarteterapia@gmail.com

o conmigo (Ariane): 661.565 802 – ceradecolores@gmail.com

Será en Gondomar, en A pousa.

 

Y tú, ¿Has podido notar algunos de estos aspectos en tu peque? 

 

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